La propuesta es, nada más y nada menos, que celebrar los 60 años del surgimiento de Los Beatles. La manera es con The Beatles Symphonic Fantasy, el espectáculo que llega hoy a las 21 al teatro Mercedes Sosa (San Martín 479). Su creador y director general (además de haber estado a cargo de los arreglos musicales, el ensamble banda-orquesta y la concreción en los ensayos) Damián Mahler, habló con LA GACETA.
- Debutaron en la Argentina a principios de mes en el Luna Park. ¿Cómo fue?
- Fue increíble, una fiesta. Tal vez, por el título de concierto sinfónico, el público cree que verá un show con la solemnidad de una orquesta sinfónica; sin embargo la gente se enciende desde el mismo comienzo. Fue espectacular, y una demostración hasta para mí mismo, no sólo de que la música de Los Beatles es universal, y sigue vigente y valiosa para tanta gente que nos acompañó. Además lo más lindo que nos pasa (ya giramos por España, México y Chile) es que viene público de todas las generaciones, o por lo menos de tres, de la abuela a la nieta. Eso es fantástico, que puedan compartir esta música, que funciona como elemento unificador entre familias, así que misión más que cumplida.
- ¿La banda de los cuatro músicos se ha formado especialmente para este espectáculo?
- Los convocamos individualmente para este espectáculo, pero son músicos que vienen tocando Los Beatles desde que tienen uso de razón. No sólo son fanáticos sino grandes conocedores de esta música porque cada uno de ellos se preparó y sigue estudiando para aprender a la perfección cada arreglo, cada inflexión, nota o acorde; hay un trabajo al borde de la obsesión. La idea es que la sonoridad que se logre sea una experiencia fiel a las fuentes y bien cercana al sonido beatle. Son tan especializados que hasta viajaron a Liverpool a representar a Latinoamérica en la Semana Beatle, que se hace todos los años en agosto.
- ¿Quiénes integran la banda que interpreta a los Fab Four?
- Ellos son Hernán Migliano en bajo (como Paul McCartney), Sebastián Spano en guitarra y voz (John Lennon), Mateo Abelenda en guitarra y voz (George Harrison) y Robert Fighetti en batería (Ringo Starr).
- ¿Cómo se estructura el show, cómo elegís los temas?
- Uno de los desafíos más grandes es ese, el de la elección de repertorio, porque es inabarcable; imposible no dejar afuera temas hermosos; daría para tocar más de cinco horas. Es por eso que establecemos un criterio de tocar algunos temas emblemáticos enteros como “Come together”, “Get back”, “Don’t let me down”, “Let it be” y “Hey Jude”, entre otros, a la par de enganchar muchos medleys, recorriendo por ejemplo la primera época de Los Beatles, en unos cinco minutos, con unas seis canciones, y así con otros períodos. La idea general del show es abarcar todo el repertorio posible, y lamentando dejar afuera temazos. Desde las primeras canciones, como “Love me do”, hasta “The end”. Hay un recorrido, y nos gustó que todo su desarrollo musical estuviera presente.
- ¿Cómo es la puesta en escena?
- Lo que tiene que ver con lo sinfónico se pone de lado. Hay una gran puesta de luces y de imágenes; hay un desarrollo visual. Los Beatles hacían música, pero además plantearon toda una estética propia que fue evolucionando. Las imágenes tienen un contenido inspirado en la vida y obra del grupo. De esa manera incluso hasta el público que no los haya conocido va a encontrar material interesante y valioso. Y quienes conozcan este material van a entender los códigos y los guiños en las imágenes en pantalla.
- ¿Cuál es el concepto del show?
- El concepto es que sea un espectáculo para todos, tanto para quienes no conocen la música de Los Beatles en profundidad y quieren venir a escuchar esta música hermosísima, como para los fanáticos deseosos de escuchar y de cantar de memoria sus canciones favoritas.
- Lo sinfónico le agrega valor al homenaje; es un plus musical. Pero en vos llevás el plus musical de nacimiento, de padre (Ángel Mahler) y madre artistas.
- Sí, yo tenía tres años cuando se estrenó “Drácula”. Crecí en el ambiente. Tuve el privilegio de que todas estas experiencias musicales me marcaran de una manera muy natural en mi vida desde muy chico.
- Sos feliz haciendo música, en definitiva.
- Imaginate cuando hay tantas emociones como en el Luna Park y ves a que en la música uno tiene una gran herramienta, que permite la posibilidad de regalarle al público que nos acompaña un paréntesis de realidad, dos horas y pico de música totalmente disfrutable y generadora de un rato de felicidad.